31º PROMOCION DE LA ESCUELA DE AVIACION MILITAR Los familiares quieren saber la verdad

Marta Platía

En los ojos clarísimos de Clyde, todavía se dibujan las sombras de esa selva que aprendió a conocer «como a mi propia casa» durante los dos años en que buscó a su esposo: el comandante Mario Nello Zurro, en los primeros meses de 1966.

Sus manos de 75 años todavía se crispan de impotencia cuando describe que apenas tenía 33 años, que había parido cuatro hijos y que era feliz hasta la tarde «en que llegaron dos oficiales a mi casa a decirme que a mi Negro, como al resto de los 68, se lo habían comido los tiburones del Caribe».

Esa antigua casa queda ahora a sólo dos de la que ha habitado desde entonces, en el Cerro de las Rosas, y donde unos 14 familiares de los caídos y desaparecidos del TC 48 reciben a Clarín.

Es allí donde afirman que ya callaron demasiado tiempo. Que ahora quieren saber toda la verdad de lo que les pasó a sus esposos, padres, tíos y hasta abuelos. Que no era fácil denunciar esto durante las épocas militares, aunque ellos mismos lo fueran. «Y que tal vez -aventura la hija de uno de los cadetes- nuestros padres murieron esperando que ellos volvieran, que siempre los creyeron vivos al no tenerlos muertos«.

Clyde y su mirada celeste, encendida, es la líder del grupo junto a Helvecia de Alvarez Paz, de 72 años, quien enviudó del capitán «Miguel Angel, cuando apenas estaba embarazada de seis meses«. Clyde la apuntala: «Yo nunca me creí la historia de los tiburones. Más cuando nos mostraron las pertenencias de un cadete, las de Oscar Vuistaz: unos gemelos de oro, un documento y hasta dólares que jamás habían estado en contacto con agua ni de una canilla«.

Helvecia relata cómo le revolvieron la casa «en busca de una carta de mi marido en la que me relataba, desde Perú, antes de que el avión cayera, que la máquina no estaba en condiciones, y que hasta cubrían los agujeros con estopa».

Todos los familiares están convencidos de que el Caribe no fue la tumba de los suyos. Que se los tragó la selva. Pero lo que más los indigna, es que «primero hubo un abandono de parte del T 43, que no se volvió a ayudarlos cuando el TC 48 entró en alarma roja. Y después de la Fuerza Aérea, que no se preocupó en buscarlos».

 

Una historia que nunca se cerró

La pista indígena

La hipótesis de Cecilia Viberti es compartida por muchos familiares: «El avión fue saqueado por los indios y luego mataron a los sobrevivientes para ocultar su delito. La zona fue ‘sukiada’ (embrujada) y nadie quiere hablar de eso», conjetura. Un indio, conocido como Canela Fina, llegó a ser tapa de la » Gente». Fue acusado de llevar camisas militares, relojes y una máquina de escribir que habría encontrado en el avión. No lo pudieron probar.

La máquina accidentada

El TC 48 era un avión de transporte de paracaidistas que iba en viaje de instrucción para los cadetes de la Fuerza Aérea junto a una nave gemela, el TC 43, que culminó sin problemas su itinerario. Se sabe que, entre Panamá y Costa Rica, se le incendió uno de sus cuatro motores.

http://www.clarin.com/diario/2007/11/02/sociedad/s-03401.htm

3 respuestas

  1. EL TC-48 ESTA EN ALGUN LUGAR DE LA SELVA COSTARRICENSE ESPERANDO A SER HALLADO Y ASI PODER DESCUBRIR LA VERDADERA HISTORIA DE ESTE VUELO SIN PISTA, Y PARA PODER DAR CRISTIANA SEPULTURA A LO RESTOS DE SUS OCUPANTES, HONRANDOLOS COMO ELLOS DE LO MERECEN.-

    GRACIAS.-
    NESTOR.-

  2. Me gustaria conversar con alguien de este caso vivi muchos anios en talamanca soy argentino, los sukias no tienen nada que ver con esto!

    • Hola gaston, me gustaria explicaras porque los sukias no tiene que ver con este caso, si leiste el libro «el avion de los cadetes» podras ver que en varias partes se cuenta el miedo y la interferencia que provocaban las amenazas de sukiarlos…las hacia por ejemplo el indio Canela fina. de todas formas si viviste en Talamanca conta un poco sobre eso en particuoar sobre los aborigenes,sus costumbre tu evaluacion su peligrisidad o no etc
      Eduardo

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